FUNDACIÓN EN EL PROVENCIO DE LA J. A. P.
Artículo del periódico " El defensor de Cuenca", publicado el 16/02/1935 en el que se recoge la organización en El Provencio del partido político Juventud de Acción Popular, vinculado a la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA), liderado por Gil Robles, durante la 2ª República.
Noche fría, noche de invierno. Por diversas calles acuden a un lugar previamente señalado algunos de los vecinos de este noble e hidalgo pueblo de El Provencio, dignos ciudadanos que, sin temor al viento crudo y helado que penetra los huesos, van a reunirse para nombrar la directiva de la Juventud de Acción Popular, quedando constituida de la forma siguiente: Presidente,Conrado Santos; Secretario, Román Fernández; Tesorero, Bibiano Martínez; Contador, Ramón Martínez y Vocales, Manuel Castaño, Victorio Saiz y Emilio Armero.
Un nuevo centro donde se practicarán y difundirán los consabidos postulados para honor de Dios y bien de nuestra patria, de esta España que volverá a ser grande, ya que aún conserva incólumes las egregias cualidades que la coronaron de laureles en el correr de la historia, cualidades que van de nuevo embalsamando las aldeas y los pueblos, las villas y las ciudades , pues por todas partes andan y a todas partes llegan el caudillo, Gil Robles, y su pléyade de discípulos, hombres que por el honor de Dios y dignidad de nuestra patria (en la que clavaron sus colmillos de jabalí fiero la astuta y vil masonería, el despótico socialismo y el soez e indigno separatismo), no han vacilado en llevar el manjar de la verdad y de la justicia a sus propios y más encarnizados enemigos, dejando en ocasiones jirones de su ropa , de su piel y de su vida.
El odio y el rencor emplacable ha sido por mucho tiempo el cuotidiano alimento de centenares de hombres, muchos de los cuales, para bien de todos, han abrazado al que antes apedrearon y en plena calle han besado las manos al que juraron no pisaría la bella y noble Barcelona, que será siempre española.
¡Provencianos! ¡Presente y adelante! Trabajad sin descanso, propagad sin decaimiento las sanas e íntegras doctrinas por las que vertieron no ha mucho su sangre generosa y juvenil los dos héroes conquenses, Mañas y Huete. Dios lo quiere, la patria os lo exige y vuestros abuelos , caballeros de la patria del Cid, desde sus tumbas gloriosas os piden devolváis a la patria, que ellos dejaron, el esplendor que ellos le dieron.
